Hoy es miércoles, y como cada miércoles, mi corazón se llena de una energía especial: la de "Gruse". No es solo un grupo de apoyo; es mi terapia, mi refugio y el espacio donde me encuentro con mujeres increíbles que, como yo, han navegado por situaciones muy difíciles.
Confieso que dar el primer paso para unirme a Gruse fue un enorme desafío. Miedo, incertidumbre, salir de mi zona de confort... Después de años solo con mi psicólogo, la idea de abrirme a más personas era abrumadora. Fue una decisión difícil, sí, pero hoy sé que fue la más importante.
No podría haberlo logrado sin la guía de mis psicólogos, Edgar y Mercedes. Ni sin el empujón decisivo de Inma trabajadora social, que me animó a empezar con el grupo. A ellas, y a todas las mujeres de Gruse que hoy son parte de mi vida, las amo. Ellas son mi ancla.
Este paso me ha cambiado. Me ha dado la fuerza para estar aquí, abriéndome en canal para quien me quiera leer. Y precisamente de esa fuerza, de la capacidad de poner voz a lo que sentimos, hablaremos hoy: de la asertividad. De lo vital que es ser asertivo/a para transformar nuestras vidas. Aquí encontrareis información sobre "Gruse":
¿Qué es la Asertividad para Mí?
Para mí, la asertividad no es solo una palabra bonita del diccionario. Es el arte de respetarte a ti mismo/a y a los demás al mismo tiempo. Es esa capacidad de decir lo que sientes, lo que piensas, lo que necesitas, sin pisar a nadie, pero tampoco dejándote pisar. Es poner límites con amor, pero con firmeza. Es defender tu espacio, tus derechos, tus emociones, sin agresividad, pero tampoco desde el silencio. Es, en definitiva, ser fiel a ti mismo/a en cada interacción, sin miedo a las consecuencias, porque tu bienestar es tan importante como el de los demás.💓
¿Por qué es Tan Importante en el día a día y en nuestro avance?
La asertividad es crucial porque te da poder. Nos da poder. En el día a día, te libera de la carga de la frustración acumulada, del resentimiento por no haber dicho lo que debías. Te ayuda a tener relaciones más sanas, más honestas, porque la gente sabe lo que esperas de ellos y lo que no vas a tolerar. En el proceso de sanación, es directamente una herramienta de supervivencia. Es aprender a decir "hasta aquí", a gritar "esto me dolió", a pedir "necesito ayuda", sin sentir culpa. Es reconstruir tu valía, paso a paso, poniendo voz a tu verdad, algo que a veces tuvimos que silenciar para sobrevivir. Hoy lo vi más claro con mis chicas en nuestra terapia.
¿Cómo se Manifiesta la Falta de Asertividad?
Cuando la asertividad brilla por su ausencia, el silencio se vuelve ruidoso. La falta de asertividad se disfraza de "ser complaciente", de "no querer problemas", de "evitar conflictos". Pero en realidad, te está carcomiendo por dentro. Se manifiesta en esa sensación de que siempre te utilizan, de que tus necesidades quedan apartadas, de que te cuesta decir "no" y acabas sobrecargándote. Es la rabia contenida, la frustración que explota en el momento menos oportuno, o la tristeza profunda por no ser visto/a ni escuchado/a. Es vivir con un nudo en la garganta y una sensación de injusticia constante.
Ejemplos Prácticos de Situaciones Asertivas (o No Asertivas) que Hayas Vivido o Conozcas.
Reconozco que decir "no" es casi un pecado para mí. Me siento culpable si no complazco a todos, aunque eso signifique agotar mis propias fuerzas. Por ejemplo, aceptar un encargo de trabajo extra cuando ya estoy saturada, solo por no defraudar.. O callarme cuando alguien hace un comentario hiriente, por miedo a generar un conflicto. Es mi forma de "supervivencia", pero me deja agotada y resentida.
Ahora, en Gruse, y con el trabajo de Inma, he aprendido a decir, con calma pero con firmeza: "Entiendo lo que necesitas, pero ahora mismo no puedo ayudarte" o "Aprecio tu opinión, pero yo tengo una perspectiva diferente". Y créeme, las primeras veces sientes un temblor, pero luego, la paz que te inunda es inmensa. Es una liberación. También he aprendido a pedir lo que necesito, sin vergüenza, sea apoyo emocional o un favor práctico. Es un músculo que se entrena. Aunque si he de ser sincera todavía me cuesta muchísimo💥.
Pautas o Consejos para Empezar a Ser Más Asertivo/a.
Si sientes que quieres empezar a ejercitar este músculo, aquí te dejo algunas pautas que me han entrado hoy en mi "mollera" y que compartimos en Gruse:
Empieza por lo pequeño: No tienes que cambiar de la noche a la mañana. Practica decir "no" a algo pequeño, a un compromiso que realmente no te apetece. Cada pequeño "no" a lo que no quieres, es un gran "sí" a ti mismo/a.
Usa el "Yo siento/Yo necesito": En lugar de acusar ("Tú siempre..."), céntrate en cómo te sientes y qué necesitas. Por ejemplo: "Yo siento frustración cuando.. y necesito que ..". Es menos agresivo y más efectivo.
Aprende a escuchar: La asertividad no es un monólogo. Escucha también lo que el otro siente y necesita. Es un baile de respeto mutuo.
Permítete el derecho a cambiar de opinión: No tienes por qué mantener una postura si ya no te representa. Es asertivo decir: "He pensado mejor y he decidido no hacerlo".
Pide lo que necesitas sin vergüenza: No es un signo de debilidad. Es un signo de fortaleza saber que necesitas apoyo y pedirlo claramente.
¿Cómo se Relaciona la Asertividad con la Resiliencia?
La relación es directa y profunda. La asertividad es la herramienta que te permite ejercer tu resiliencia en el día a día. ¿Cómo vas a levantarte de una caída si no puedes decir "basta", "esto no me gusta" o "necesito un descanso"? La asertividad te permite proteger tu energía, tu espacio emocional y tu bienestar. Es construir barreras sanas para que las adversidades no te arrasen por completo. Es darte permiso para existir plenamente, con tus límites y tus deseos, y eso, al final, es la base más sólida para construir una vida resiliente. Es la forma en que tu espíritu se planta firme, incluso en medio de las espinas.
Madre mía me he extendido bien. Son las 23:58 min y aquí sigo..😅 en fin y para terminar;
Si has llegado hasta aquí, detente un momento. Esto no es un consejo más; es una verdad crucial: la asertividad no es opcional, es necesaria para tu vida. Es el derecho innegable a ser tú, a poner tus límites, a decir "BASTA" a lo que te daña y "SÍ" a lo que te nutre.
No es fácil, sobre todo si te enseñaron a callar para sobrevivir. Pero ese silencio te ha estado ahogando. Romperlo, alzar tu voz, aunque te tiemble, es el acto de amor propio más revolucionario que harás.
Tu historia es tu fuerza. Tu vulnerabilidad, tu poder real. Y tu voz... tu voz es la prueba de que has sobrevivido. No la calles ni un segundo más.
Estoy aquí, en este camino de espinas, para acompañarte. Para leerte. Para recordarte que no estás solo/a. Esto es vital.
Asertividad. Recuerdas?
¡Buenas noches resilientes!
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